
La influencia de La Luna sobre el planeta Tierra y sus habitantes es muy poderosa. La Fase de Luna Llena es el momento en el que notamos con mayor fuerza su energía.

La Luna Nueva rige un período de descanso de actividades, es sobretodo un momento de conexión con el mundo inconsciente y con otras dimensiones. A nivel emocional se puede decir que es una fase de auto-observación, de aprender de nosotros mismos.

La Luna Creciente es el período comprendido entre la Luna Nueva y la Luna Llena. A nivel general, es el momento más propicio para la fertilidad, para mejorar la salud, trazar nuevos proyectos y todo lo que tenga que ver con el inicio de cosas nuevas.

Esta es la fase en la que La Luna pasa de Llena a Nueva. Es una etapa propicia para retroceder, eliminar y separar. Podemos aprovechar estos días para hacer limpieza y deshacernos de todo lo que no nos hace falta.
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